Mónica Denevan



Confirmó, China2007525x525

upheld, china 2007



Content in the Shallows, Burma2008525x525

content in the shallows, burma 2008

Fotografías de Mónica Denevan, de su series "China" y "Burma"
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Marià Corbí



¿Quién es el testigo?

Sé que está aquí, en mí.
Soy consciente de él
cuando el bosque se calla.
Bosque interior callado,
calla el bosque exterior.
Silencio repentino
del bosque exterior,
arrastra al silencio
al bosque interior.
Silencio dentro y fuera,
el testigo está en mí;
pero también me mira
desde todos los seres
del bosque.
El testigo desborda
mis límites y mi ser,
no es la identidad
El silencio
de todos mis recuerdos,
ni todos mis proyectos,
ni hechos y patrones
que conforman mi actuar,
ni es la construcción
de las causas externas
ni de influjos internos.

El testigo es como una tenue mariposa que nace, con su mundo de flores, desde
el interior mismo del gusano. El testigo que invade el bosque de pensares y sentires
silenciado, brota de mi entraña animal y su mundo.
Quien reconoce al testigo, sabe que nace de lo recóndito de uno mismo y
su mundo.
¿Quién es ese testigo que aquí aparece?
Sé que está ahí, no quién está ahí. Jamás podré ponerle un nombre.
¿Cómo saber quién es? Cuando aparece, los animales del bosque enmudecen.
Cuando el testigo se levanta y mira, todo patrón de pensamiento y de sentir y
todo discurso calla.
La presencia poderosa del testigo impone el silencio completo. Ese silencio
dura mientras él está presente.Cuando reanudo el discurso, él ya no está.
Quien le comprende y le siente, sabe con claridad, que ningún nombre es
suyo.
Sólo la presencia del testigo cuenta. Una presencia tan directa que no da lugar
a nombre o descripción.
Una vez se ha accedido al testigo, ¿cómo vivirlo en el tiempo y en el espacio?
¿Cómo adentrarse en la profundidad de esa presencia sin nombre? ¿Cómo voy a
poder guiarme desde criterios y discursos que, cuando aparece el testigo o para
que aparezca, debo callar como si jamás hubieran existido?

"Por los caminos del silencio"  Marià Corbí

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Palabras



Los discípulos estaban enzarzados en una discusión sobre la sentencia de Lao Tse:

Los que saben no hablan;
Los que hablan no saben.

Cuando el Maestro entró donde aquellos estaban, le preguntaron cuál era el significado exacto de aquellas palabras. 
El Maestro les dijo: "¿Quién de vosotros conoce la fragancia de la rosa?"
Todos la conocían.
Entonces les dijo: "Expresadlo con palabras". 

Y todos guardaron silencio.

                                                                                                                             Tony de Mello

José Ángel Valente




La poesía de José Ángel Valente: lugar del canto, lugar de nadie, lugar común



(...)BORRARSE.
Sólo en la ausencia de todo signo
se posa el dios.
De ahí quizá esa aspiración al silencio, esa necesidad de borrarnos: vacío del sentido y del sonido que hay en una buena parte de la mejor poesía moderna y que unos poetas llenan dejando de escribir, mientras que otros, en un esfuerzo que sin la menor ironía podríamos llamar heroico, lo hacen escribiendo tercamente en signos oscuros la necesidad de borrar los signos y a quien los escribe: el amanuense del dios y su mano.
Valente, en todo caso, optó por seguir grabando en palabras la aspiración al silencio:

Palabra
hecha de nada.
Rama
en el aire vacío.
Ala
sin pájaro.
Vuelo
sin ala.
Órbita
de qué centro desnudo
de toda imagen.
Luz,
donde aún no forma
su innumerable rostro lo visible.

Este poema de Material memoria, "Palabra", dedicado a María Zambrano, es seguramente el mejor ejemplo de cómo un poeta elude la tentación del silencio, que puede ser a veces una manera de abandonarse con elegancia a la facilidad del cansancio o de la indiferencia, diciendo lo que es casi un no decir, mostrando al borde mismo del silencio, ya en los arcanos del silencio, la palabra inane haciéndose desnudez, transparencia, vacío, nada: "cosa para andar en lo oculto", cosa de poesía y nada más. Y nada, y más… A este respecto ha dicho Valente en "Cinco fragmentos para Antoni Tàpies" en Material memoria: "Mucha poesía ha sentido la tentación del silencio. Porque el poema tiende por naturaleza al silencio. O lo contiene como materia natural. Poética: arte de la composición del silencio. Un poema no existe si no se oye, antes que su palabra, su silencio".
Este silencio oído, sonidos de silencio, emite señales en el trasfondo del poema escrito en la expectativa de que se borre toda palabra y todo signo para que entonces se pose el dios ahí: "ahí" que es "más allá", en ese lugar que es un desierto que es ninguna parte y huye de todas partes para que lo siga el canto errante en el silencio entrañable de la noche del alma donde para el dios, donde no amanece el cantor, porque todo canto está impregnado del silencio de la noche y el cantor anochece en cada amanecer: por eso no amanece el cantor.(...)

                                                                                                                         Américo Ferrari
Para seguir leyendo el artículo:   Agulha. Revista de cultura # 23 - fortaleza, são paulo - abril de 2002





BIOGRAFÍA DEL SILENCIO




Basta un año de meditación perseverante, o incluso medio, para percatarse de que se puede vivir de otra forma. La meditación nos concentra, nos devuelve a casa, nos enseña a convivir con nuestro ser, agrieta la estructura de nuestra personalidad hasta que, de tanto meditar, la grieta se ensancha y la vieja personalidad se rompe y, como una flor, comienza a nacer una nueva. Meditar es asistir a este fascinante y tremendo proceso de muerte y renacimiento.

                                                                                              Pablo D'Ors




Entrevista radiofónica realizada a Pablo D'Ors , en el programa "Viaje al centro de la noche", sobre el tema del silencio.




Alexandre Buisse






Un caminante solitario por debajo de la cara norte del Ama Dablam, Nepal.

Fotografía de  Alexandre Buisse, de su serie "Landscapes"


Cuento



Un anciano solía permanecer inmóvil durante horas en la iglesia. Un día, un sacerdote le preguntó de qué le hablaba Dios. 
-"Dios no habla. solo escucha", fue su respuesta. 
-"Bien...¿y de qué le habla usted a Dios?". 
-"Yo tampoco hablo. Sólo escucho"

                                                                                                                      Tony de Mello


La meditación cristiana, una introducción


Objetivos y métodos de la práctica del silencio según San Juan de la Cruz y Teresa de Jesús 

Practicar el silencio significa trabajar para silenciar el yo, con el propósito de hacernos aptos a aquel conocer que se produce más allá del “yo” y del mundo que el “yo” construye. No se trata de un conocimiento que se pueda adquirir, no se trata de llenar más y más las alforjas, se trata de poder hacer pie en el núcleo de nuestro existir, en la esencia, en el “centro”, que es el Uno, el Absoluto...: “el centro del alma, Dios es”, afirma Juan de la Cruz. 
"La Sabiduría de Dios, en que se ha de unir el entendimiento, ningún modo ni manera tiene, ni cae debajo de algún límite ni inteligencia distinta y particularmente, porque totalmente es pura y sencilla. Y como quiera que para juntarse dos extremos, cual es el alma y la divina Sabiduría, será necesario que vengan a convenir en cierto medio de semejanza entre sí, de aquí es que también el alma ha de estar pura y sencilla, no limitada ni atenida a alguna inteligencia particular, ni modificada con algún límite de forma, especie e imagen.
(Subida al Monte Carmelo II,16,7)"
 

Todos los aspectos de la persona, todo aquello que configura nuestra consistencia personal (entendimiento, memoria y voluntad, si hablamos en las categorías de su tiempo; mente, intelecto, historia personal, memoria individual, sentir, deseo, acción...) deben “reformarse” de la egocentración a la desnudez, al vacío más absoluto, a la libertad de toda forma, para poder encontrarse con lo que no es forma ni figura. Un encuentro que no puede ser otra cosa sino “unión”.

¿Cómo? El salto, sin trampolín, de la egocentración a la desnudez, no es posible. ¿Qué proponen? Trabajar para aumentar ese deseo, esa decisión, para acostumbrar la mente y el sentir a andar ligeros, a la percepción a intuir en el silencio sutil... La práctica consistirá en eso: en ese trabajarse, sutilizarse, reformarse, para hacerse capaz de Aquel, de aquello, que escapa a cualquier forma y cualquier concepto, pero que todo lo es.

"Y así, si acerca del obrar con las potencias sensitivas, que es meditación y discurso, o acerca de lo ya recibido y obrado en las potencias espirituales, que es la contemplación y noticia que habemos dicho, no estuviese el alma empleada, estando ociosa de las unas y de las otras, no había de dónde ni por dónde se pudiese decir que estaba el alma empleada. Es pues necesaria esta noticia para haber de dejar la vía de meditación y discurso. (La dificultad que surge es que esta noticia general de que vamos hablando, es a veces tan sutil y delicada que el alma no la echa de ver ni la siente (Subida II,14, 10-11)" 

"(...) De donde se sigue claro que, como el alma se acabe de vaciar de todas las formas e imágenes aprehensibles, se quedará en esta pura y sencilla luz, transformándose en ella en estado de perfección, porque esta luz nunca falla en el alma; pero por las formas y velos de criatura con que el alma está velada y embarazada, no se le infunde. Que si quitase estos impedimentos y velos del todo (...) el alma se transforma en la sencilla y pura sabiduría (...)aprenda el espiritual a estarse con advertencia amorosa en Dios, con sosiego de entendimiento... (Subida II,15)"

                                          Artículo escrito por Teresa Guardans y publicado en la página web del CETR.


En silencio


Un guía llegó en silencio. Sólo
en el silencio podrás oír su mensaje.

Toma un sorbo de este vino
delicioso ­y abandónate.
No insultes la grandeza de Su amor,
pues Él, en silencio, ayuda a quien sufre.

Pule tú el espejo que hay entre dos alientos,
y ve con Él más allá de las palabras.
Él conoce cada uno de tus actos,
sólo Él mueve en silencio la rueda de los Cielos.

Todos los pensamientos enterrados
en tu corazón, Él los revelará uno por uno,
en el silencio.

Convierte en pájaros tus pensamientos
y déjalos volar al otro mundo.
Uno es un búho; otro, un halcón; un cuervo, otro.
Cada uno de ellos es diferente de los demás,
pero todos son iguales en el silencio.

Para ver la Luna que no se puede ver
vuelve tus ojos hacia el interior
y obsérvate, en el silencio.

En este y en el otro mundo,
no hables sobre esto y aquello.
Déjalo a Él que te lo muestre todo,
resplandeciente como tú… en el silencio.

                                                
                                                                 Rumi     

                                                                 (Traducida de la versión inglesa de Jonathan Star)


Anselm Kiefer



Las célebres órdenes de la noche































Las célebres órdenes de la noche (Die berühmten Orden der Nacht), 1997
Acrílico y emulsión sobre lienzo
510 x 500 cm

Anselm Kiefer

 Museo Guggenheim Bilbao 





Simone Weil


"Te agradezco que me hayas hablado de tu vida cotidiana. ¿Echas de menos aún los pájaros del Pirineo? Yo no sé si el silencio no es más hermoso que todos los cantos. En un amplio paisaje, cuando el sol se pone o cuando amanece, no hay armonía más completa que el silencio. Incluso si los hombres hablan y hacen ruido alrededor, se oye el silencio que planea por encima y se extiende tan lejos como el cielo. Soy feliz de que tengas agua pura, el agua pura es algo bello. En África las noches deben ser muy claras y llenas de estrellas. ¿Las miras mucho?, ¿las conoces? Platón decía que la vista es verdaderamente valiosa porque nos hace conocer las estrellas, los planetas, la luna, el sol. Por mi parte me avergüenza decir que apenas conozco las constelaciones y sus nombres. Hace algunos meses me procuré un planisferio para acabar con mi ignorancia, pero no lo estudié porque pensé después que no necesitaba libros para mirar el cielo y que mirándolo a menudo y durante mucho tiempo puedo llegar a reconocer sin ayuda los grupos de estrellas y el movimiento del cielo como los pastores que inventaron la astronomía hace miles de años. No hay mayor gozo para mí que mirar el cielo una noche clara, con una atención tan concentrada que todos los demás pensamientos desaparecen. Entonces se diría que las estrellas entran en el alma."

                                                         Carta de Simone Weil, dirigida a Antonio Atarés, en 1941

El silencio



Oye, hijo mío, el silencio.
Es un silencio ondulado,
un silencio,
donde resbalan valles y ecos
y que inclina las frentes
hacia el suelo.



                   Federico García Lorca

Poema 15


Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.



                    "20 poemas de amor y una canción desesperada"    Pablo Neruda

Hengki Koentjoro





Hengki Koentjoro, de su trabajo "Journey"

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SILENCIO: Qué lleno de preguntas cuando no hay respuestas
                   Qué lleno de ruido cuando estoy aislado
                   Qué lleno de soledad cuando estoy acompañado
                   Qué lleno de vacío cuando se está en el fondo
                   Qué lleno de respuestas cuando no sirven para nada
                   Qué lleno estás de distancia, cuando yo no estoy muy cerca
                   Qué lleno de pobreza, cuando no siento tu riqueza
                   Qué lleno de alegría, cuando mi corazón rebosa
                   Qué lleno de tristeza, cuando mi horizonte es limitado
                   Qué lleno de mansedumbre, cuando me siento acogido
                   Qué lleno de dureza, cuando tu presencia es impuesta
                   Qué lleno de motivos, cuando ofreces salidas
                   Qué lleno de lágrimas derramadas, cuando no te entiendo
                   Qué lleno de suspiros, cuando te muestras mucho tiempo
                   Qué lleno de ansiedad, cuando mi corazón tiene prisa
                   Qué lleno de fracasos, cuando no formas parte de mí
                   Qué lleno de esperanza, cuando me encuentro contigo.      
        

                                     Con cariño, no sé si te gustara, pero me ha salido eso pensando en ti hoy.
                                                                                                                                J.M.


(Gracias. Ha sido un regalo inestimable)

Eugénio de Andrade

Os sulcos da sede.


Estive sempre sentado nesta pedra
escutando, por assim dizer, o silêncio.

                                               Eugénio de Andrade. 




Siempre estaba sentado sobre esta piedra
escuchando, por así decirlo, el silencio.

                                          "Las ranuras de la sede"  Eugenio de Andrade
                                       .

Huang


«Digáis de ella lo que digáis, ¿cómo vais a tener siquiera la esperanza de acceso a la verdad, tan sólo con palabras? Ni siquiera puede percibirse objetiva ni subjetivamente. De modo que plena comprensión sólo puede llegar a vosotros por un misterio inexpresable. El acceso a ella se llama la «Entrada en el Silencio más allá de toda actividad»


                                                                                         Memoria de Wan Ling del maestro zen Huang Po

Dolores Aleixandre


Cómo reza Dolores Aleixandre

El otro día, cuando un taxista me preguntó por dónde quería que fuéramos, le contesté: “Lléveme por donde le parezca mejor”. Y como no me voy a fiar de Dios menos que de un taxista, lo que trato de hacer cuando rezo es dejar que Él me programe la hoja de ruta. Llevo ya tiempo bastante convencida de que esto de la oración le importa a Dios más que a mí, de que es más asunto suyo que mío y de que, como me descuide (San Juan de la Cruz decía aquello de “dejando mi cuidado”) y me ponga a tiro de su acción, Él hará lo que acostumbra, que es hacernos parecidos a Jesús. Así que si lo suyo es amar y comunicarse como le dé su real divina gana, me parece que lo mío es ante todo no estorbar.
Cada noche leo el evangelio del día siguiente y trato de que me resuene también en el corazón la “otra Palabra” que Él ha ido pronunciando a través de las personas y las cosas que han pasado en el día y luego procuro que ese “rumor” me acompase el sueño, en vez del barullo de los tertulianos radiofónicos, televisivos o literarios. A esa hora les digo como en el cónclave: Exeant omnes!, y les cierro la puerta sin más contemplaciones. Sólo se queda dentro la gente que va a acompañarme al día siguiente cuando rece.
En la mañanita echo mano del “kit de oración” consistente en cojín de zen que me ayuda a mantenerme en buena postura, rincón tranquilo con icono y vela encendida (valiente tontería pienso a veces, porque suelo cerrar los ojos). Con el ir y venir de la respiración voy repitiendo tranquilamente el nombre de Jesús o algunas palabras hebreas como honeni, moskeni o tov hasdeha mehayim que no pienso explicar lo que significan. También aprovecho las “ofertas de temporada”, o sea los distintos momentos del año litúrgico: no es lo mismo respirar el nombre de Jesús en Adviento que en Pascua o en Pentecostés. Y no me pregunten por qué.
A veces me rondan las tentaciones: “Vaya desperdicio de imaginación, con la cantidad de ideas de colores que a ti se te ocurren enseguida, en vez de esta sosera tan vacía y tan oscura”. Me defiendo como puedo, agarrada a la experiencia ya antigua de que esa es para mí la puerta estrecha para “entrar en lo escondido” y quedarme ex-puesta a la mirada del Padre. Por eso me agarro como una náufraga al ir y venir de la respiración, que como una okupa benéfica, va desalojando mi corazón de ideas, de palabras y de las distracciones pesadísimas que entran y salen brincando como pulgas de playa.
En medio de tantos intentos torpes y a trompicones, sigo pensando que no sé rezar, pero me consuela pensar que lo contrario (creerme que ya he aprendido) sería mucho peor.
Luego está la oración del entredía, pero esa es otra historia.

                                                                                                            Publicado en la revista "El Ciervo"




El silencio redondo de la noche


      El silencio redondo de la noche
      Sobre el pentagrama
      Del infinito.
      Yo me salgo desnudo a la calle,
      Maduro de versos
      Perdidos.
      Lo negro, acribillado
      Por el canto del grillo,
      Tiene ese fuego fatuo,
      Muerto,
      Del sonido.
      Esa luz musical
      Que percibe
      El espíritu.
      Los esqueletos de mil mariposas
      Duermen en mi recinto.
      Hay una juventud de brisas locas
      Sobre el río.

                                                      Federico García Lorca

Arkaitz Morales




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Fotografía de Arkaitz Morales, de su trabajo "Nelíade"



Reflexiones sobre el silencio y el lenguaje a la luz de oriente y occidente



Introducción

"¡Qué placer poder estar tan alto que ya no podamos pensar en nada!"
E.M. Cioran

Es una empresa difícil la elección adecuada de los aspectos más significativos del silencio
(y silencios) y el lenguaje a la luz del pensamiento oriental y occidental si tenemos en
cuenta los muchos y variados enfoques e interconexiones y no lo es menos vislumbrar la
verdadera magnitud de la misma. El gran número de posiciones adoptadas en los estudios
existentes, a la vez que deriva en una visión enriquecedora de la cuestión, pone en evidencia
un estado de precariedad continuo por el universo informativo que desconocemos y
del que no podemos hacernos eco; asimismo crea dificultades cuando llega el momento de
encauzar de manera adecuada los múltiples y heterogéneos enfoques y diseños. En efecto,
en el momento actual, el silencio y el lenguaje han sido presentados de innúmeras formas.
La amplitud y variedad de las aportaciones realizadas nos hacen sospechar que todavía dará
motivos a muchos escritos nuevos.
Una parte nada desdeñable del activo mental de nuestro universo interior está encastrada
en el silencio y de ésta nuestro intelecto tiene una información muy limitada, vaga y con-
fusa. Nos preguntamos, ¿cómo podemos hacer afirmaciones tajantes sobre cualquier cosa
sin contar con ese potencial?. La célebre proposición número siete del Tractatus logicophilosophicus
de Wittgenstein advierte: «De lo que no se puede hablar, mejor es callarse».
Según Rumi, «hay otras palabras y otras sabidurías, mejores y superiores, que no conozco».
Por su parte, Sciacca hace la siguiente reflexión: «Los límites de mi lenguaje significan los
límites de mi mundo». Y en el Tao te ching (XXIII, 68) leemos: «Ser parco en palabras
es acorde con la Naturaleza». Por último en la declaración de la Memoria de Wan Ling del
maestro zen Huang Po, manifestada además elocuentemente por los grandes sabios y maestros
de la India, encontramos la siguiente declaración: «Digáis de ella lo que digáis, ¿cómo
vais a tener siquiera la esperanza de acceso a la verdad, tan sólo con palabras? Ni siquiera
puede percibirse objetiva ni subjetivamente. De modo que plena comprensión sólo puede
llegar a vosotros por un misterio inexpresable. El acceso a ella se llama la «Entrada en el
Silencio más allá de toda actividad»».
Nuestra intención es apuntar hacia un marco de reflexión sobre el papel del silencio y el
lenguaje a la luz del pensamiento oriental y occidental y desplegar un abanico de posibilidades
de interpretación que nos permitan alcanzar un estado de la cuestión lo más esclarecedor
posible. Para conseguir este objetivos vamos a irrumpir con palabras en el ámbito del silencio:
«Un libro sobre el silencio no deja de ser una contradicción, pero es contradiciéndole
como se le entiende y afirma». (...)

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"Daímon". Revista Internacional de Filosofía, nº 56, 2012      María Teresa Román López

«Tres maneras hay de silencio.
El primero es de palabras, el segundo de deseos y el tercero de pensamiento.
En el primero, de palabra, se alcanza la virtud; en el segundo, de deseos, se consigue la quietud; en el tercero, de pensamiento, el interior recogimiento.
No hablando, no deseando, no pensando, se llega al verdadero y perfecto silencio místico, en el cual habla Dios con el ánima, se comunica y la enseña en su más íntimo fondo la más perfecta y alta sabiduría».

                                                                               "Guía espiritual"     Miguel de Molinos. (1628-1696)

Del Primer Libro de los Reyes




"En aquellos días, cuando Ellas llegó al Horeb, el monte de Dios, se metió en una cueva donde pasó la noche. El Señor le dijo:
«Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va a pasar! »
Vino un huracán tan violento que descuajaba los montes y hacia trizas las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento.
Después del viento, vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto.
Después del terremoto, vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego.
Después del fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y se puso en pie a la entrada de la cueva."

                                                                                   Lectura del primer libro de los Reyes 19, 9a. 11-13a


ESCUCHO


Escucho mas no sé
Si lo que oigo es silencio
O dios

Escucho sin saber si estoy oyendo
El resonar de las planicies del vacío
O la conciencia atenta
Que en los confines del universo
Me mira y me descifra

Sólo sé que camino como quien
Es mirado amado y conocido
y por eso en cada gesto pongo
Gravedad y riesgo


                                            Sophia de Mello Breyner
                                          (Versión de Diana Bellessi)




“Nuestras vidas empiezan a terminar el día que guardamos silencio sobre las cosas que importan"
                                                                                                       MARTIN LUTHER KING

ELEGÍA DEL SILENCIO



Silencio, ¿dónde llevas
tu cristal empañado
de risas, de palabras
y sollozos del árbol?
¿Cómo limpias, silencio,
el rocío del canto
y las manchas sonoras
que los mares lejanos
dejan sobre la albura
serena de tu manto?
¿Quién cierra tus heridas
cuando sobre los campos
alguna vieja noria
clava su lento dardo
en tu cristal inmenso?
¿Dónde vas si al ocaso
te hieren las campanas
y quiebran tu remanso
las bandadas de coplas
y el gran rumor dorado
que cae sobre los montes
azules sollozando?

El aire del invierno
hace tu azul pedazos,
y troncha tus florestas
el lamentar callado
de alguna fuente fría.
Donde posas tus manos,
la espina de la risa
o el caluroso hachazo
de la pasión encuentras.
Si te vas a los astros,
el zumbido solemne
de los azules pájaros
quiebra el gran equilibrio
de tu escondido cráneo.
Huyendo del sonido
eres sonido mismo,
espectro de armonía,
humo de grito y canto.
Vienes para decirnos
en las noches oscuras
la palabra infinita
sin aliento y sin labios.

Taladrado de estrellas
y maduro de música,
¿dónde llevas, silencio,
tu dolor extrahumano,
dolor de estar cautivo
en la araña melódica,
ciego ya para siempre
tu manantial sagrado?

Hoy arrastran tus ondas
turbias de pensamiento
la ceniza sonora
y el dolor del antaño.
Los ecos de los gritos
que por siempre se fueron.
El estruendo remoto
del mar, momificado.

Si Jehová se ha dormido
sube al trono brillante,
quiébrale en su cabeza
un lucero apagado,
y acaba seriamente
con la música eterna,
la armonía sonora
de luz, y mientras tanto,
vuelve a tu manantial,
donde en la noche eterna,
antes que Dios y el tiempo,
manabas sosegado.
                      "Libro de Poemas", 1921.  Federico García Lorca


Osho


"Seas lo que seas, durante algunas horas olvídate de ello por completo. Yo no estoy aquí para decirte que huyas de tu vida ordinaria. Te estoy diciendo la forma y los medios, la alquimia, de transformar lo ordinario en extraordinario. En tu negocio sé un hombre de negocios, pero en tu casa deja de serlo. y algunas veces durante unas horas olvídate incluso de tu casa, tu familia, tu esposa, tus hijos. Durante unas horas estate solo contigo  mismo. Sumérgete cada vez más profundamente en tu propio ser. Disfruta de ti mismo, ámate a ti mismo.
Y poco a poco te irás dando cuenta de que está apareciendo un gran gozo sin que haya una causa en el mundo exterior, no causado por lo exterior. Eso es meditación.
Sentando en silencio, sin hacer nada, llega la primavera y la hierba crece por sí sola. Siéntate en silencio y espera la primavera. Llega, siempre llega, y cuando llega, la hierba crece por sí sola. Verás surgiendo en ti, un gran gozo sin ninguna razón en absoluto. ¡Entonces compártelo, entonces dalo a la gente! Entonces tu caridad será interior. Entonces no será tan sólo un medio para conseguir alguna meta;  entonces tendrá un valor intrínseco."
                     "Meditación. Una introducción a la comprensión contemporánea de la meditación"  Osho




"Después del silencio,
lo que mas se acerca a expresar lo inexpresable,
es la música"
                                                                    Aldous Huxley 


Existe no silêncio tão
profunda sabedoria
que às vezes ele se
transforma na mais
perfeita resposta. 

 (Existe un silencio
 de una sabiduría tan profunda,
 que a veces se convierte
 en la respuesta más perfecta).
                                    Fernando Pessoa 




Llueve en silencio



Llueve en silencio, que esta lluvia es muda
y no hace ruido sino con sosiego.
El cielo duerme. Cuando el alma es viuda
de algo que ignora, el sentimiento es ciego.
Llueve. De mí (de este que soy) reniego...
Tan dulce es esta lluvia de escuchar
(no parece de nubes) que parece
que no es lluvia, mas sólo un susurrar
que a sí mismo se olvida cuando crece.
Llueve. Nada apetece...
No pasa el viento, cielo no hay que sienta.
Llueve lejana e indistintamente,
como una cosa cierta que nos mienta,
como un deseo grande que nos miente.
Llueve. Nada en mí siente...
                                                            Fernando Pessoa
                                             (versión de Ángel Crespo)


El silencio es creador





Por Consuelo Martín

¿Puede crearse lo positivo de algo negativo? Con la palabra silencio evocamos una negación, un vacío, pero no nos referimos al obvio vacío de sonidos o al dejar de hablar sino al vacío del ruido de los pensamientos y los hábitos condicionados que impiden oír lo que está detrás. Es silencio de lo mecánico y repetitivo, de la memoria del pasado y de todo aquello que sin cesar está tapando la sinfonía aún no escuchada de la Vida total. (...)

(Para seguir leyendo este artículo:  CONTENIDO CERO, Blog del maestro zen Denkô Mesa)

Fernando Moleres

























                          Monje cartujo (Italia 2008)
                          Fernando Moleres  de su trabajo, "Los hombres de Dios"

"En un mundo en el que disfrutar de una hora de silencio es un raro privilegio, todavía se pueden encontrar pequeñas comunidades en busca de la paz espiritual a través del silencio, la humildad y la oración. Así es. como devotos seguidores de diversas creencias encuentran un sentido para sus vidas en las órdenes monásticas, así como refugio para vivir en armonía consigo mismos y con los demás. Sobre todo, anhelan la oportunidad de acercarse a su Dios.  
Durante mi trabajo en los monasterios, me dediqué a la captura de la piedra angular de la vida monástica: la oración. Es ese momento que da sentido a las vidas de aquellos que serían los monjes. La devoción del monje durante la oración es el momento más íntimo, y para mí, el que mejor comunica su fe. Creo que nunca se había hecho fotografías de retrato. El tantas veces citado diciendo que el rostro revela el "alma" no me convence. Un rostro puede ocultar tanto como puede revelar. Nuestra conciencia de un objetivo fotográfico nos convierte en diseñadores y gestores de nuestra apariencia. Tenía que encontrar el ambiente adecuado y asegurarme de que la persona no era consciente de ser fotografiada con el fin de abordar el concepto de la devoción que yo quería transmitir. Los interminables servicios religiosos de los cristianos ortodoxos, dentro de las iglesias con poca luz ofrecen el ambiente ideal para capturar ese momento íntimo. Considero estos retratos como algo "impersonal", la atención se centra en transmitir un estado de ánimo que trasciende el tema."


Las formas del silencio



"Es preciso perderse para empezar a escuchar.
Es preciso hacer el silencio en la escucha y en la mirada para descubrir las formas del silencio.El silencio se escribe, se ofrece a la escucha. En la escritura musical el silencio es figura y cada nota figurada posee su recíproca figura silenciosa, la figura de pausa. Una figura que mide el silencio.
En el lenguaje verbal también se grafía el silencio. Así, los puntos suspensivos dejan colgado el discurso, lo suspenden. Pero el valor de estos puntos depende de la palabra que los antecede.
Tanto el silencio del lenguaje como el silencio que se introduce en la música suelen ser respiraciones que reclaman la atención. Respirar será crear el hueco en el que la atención puede desplegarse. El silencio es entonces como un suspiro, el nombre con el que la tradición francesa del s.XVIII designaba al silencio del valor de una negra en música. El silencio de negra es un suspiro, el de corchea medio suspiro, el de semicorchea un cuarto de suspiro... Y en este suspirar tal vez sea posible modificar la forma en que se escucha, transformar el oído.
Aprender a escuchar, aprender a escuchar el silencio y el sonido van a provocar una autoalteración. Esta es como es sabido, la enseñanza que nos brinda el músico norteamericano John Cage quien de modo magistral enseñó a escuchar las formas del silencio. Unas formas que requieren destruir la grafía del lenguaje, de la memoria, para mostrar que silencio y sonido siempre están en continuidad."

                                                                                "Las formas del silencio" Carmen Pardos Salgado 



"El silencio es el camino
              para aquietar la mente
                                           y escuchar la verdad."