"El silencio no es la ausencia de ruido, sino la ausencia de ego"

Xavier Melloni,, antropólogo, teólogo y eremita en la Cova de Sant Ignasi de Manresa

Tengo 53 años: sin la experiencia de Dios no tendrían sentido. Nací en Barcelona. Casado con la vida. ¿Hijos? Hay muchas maneras de engendrar. La política debe conjugar lo imposible. Un poco de ciencia te hace ateo; mucha ciencia te hace creyente. El místico experimenta lo que la ciencia demostrará

(Entrevista para La Vanguardia)

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-El silencio no es la ausencia de ruido, sino la ausencia de ego. En los colegios laicos más avanzados del planeta se practica la meditación. Es un indicio esperanzador de que todos convergemos hacia un nuevo estadio.
-Deme un consejo para Semana Santa.
-Póngase una alarma y deténgase cada hora en ese silencio del ego. Deje que irrumpa el momento en toda su densidad en su conciencia. Pase así de ser mero okupa del espacio y el tiempo a integrarse en ellos. Y vivirá más. Cada instante es irrepetible: repítalo cada hora.
-¡Magnífico! ¿Alguna otra sugerencia?
-Renuncie a algo. La renuncia no quita; la renuncia da. Da libertad. Experiméntela. Libérese de algo de lo que cree depender.
-¿Librarme de algo que necesito?
-Progresará: el narcisismo y la adicción son estancamientos, fijaciones. Cuando los supere tendrá una autoestima sana. El siguiente paso es convertirla en realización y después en trascendencia. Es un proceso de superación personal –ontogénesis– que luego se repite –filogénesis– en toda la especie.
-¿De verdad cree que progresamos?
-Como las personas, los pueblos y las religiones también se estancan en el narcisismo. Para superarlo, deben morir en ese estadio primario y reaparecer en uno superior.
-¿Cómo?
-Las palabras condensan significado y energía: designan el mundo, pero también capturan cuanto designan, lo encierran. Por eso, hasta que sustituyes una palabra por otra, no puedes percibir el mundo de otro modo: no progresas. Para llegar al mar de la nueva conciencia, tal vez el río de cada religión deba perder su nombre. Y adoptar el nuevo.
-¿Qué nueva fase?
-Hoy los humanos entre fases de progreso estamos entre el miedo a esa evolución espiritual y la audacia de la ciencia. En ciencia sí hemos sido audaces hasta trascender la materia y llegar a la energía.
-Usted dice que ya lo hacían los místicos.
-Los místicos experimentaban por vía espiritual lo que después la ciencia recorrería con la razón empírica en el laboratorio. Sentían la energía que luego demostraría la física.
-Visionarios de la energía del universo.
-La mística sólo anticipaba el camino de la ciencia. Por eso, un poco de ciencia te hace ateo, mucha ciencia te hace creyente. Las religiones orientales son la aceptación del ya es, y las occidentales añaden su rebeldía profética: la ascensión hacia lo que todavía no es.
-¿Y hacía dónde vamos?
-Vamos a la síntesis de las religiones. Y digo síntesis, porque es la superación de lo anterior con una unión armónica, y no sincretismo, que es su degradación en la mezcla.
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El arte de la meditación desde una cepa cristiana