otro silencio


Nos rodea el silencio hueco,
el dañino,
el que produce ecos que confunden,
y difumina las fronteras
de aquello que todavía no sabemos que somos.


Y solo en fugaces momentos
podemos percibir
que es otra la esencia que necesitamos.
Beber un silencio cargado de palabras
susurradas por nosotros mismos,
y por lo que existe y es en nuestro fondo.


Un silencio que nos cubre de belleza,
nos da contorno,
nos alimenta y viste.
Y a la par dibuja un horizonte donde mirar.
Pero también desnuda,
despierta sed de más,
levanta anhelos dormidos.

Solo él nos llenará los ojos de ternura,
para contemplarnos.
Y en su mirada
quizás nos sea posible encontrar,
nuestro reflejo,
nuestro abismo,
nuestra incomprensión.