Es mentira que la soledad sea llevadera. Sirve si la eliges. Si
no, es un látigo. En el silencio la soledad puede ser un rumor insoportable. Hay
un momento en que su eco retumba como la historia, y entonces te refugias en el
hueco del ruido, entras en él despavorido, buscando huir de este silencio.
(...) El ruido es la
huida, acaso por eso uno no escucha, porque viaja en el ruido. Y la soledad se
toca, no es tan sólo el sentimiento pavoroso que agita la mano de adiós cuando
lo demás se nos escapa.
(...) Nos morimos por una
palabra. Y nos morimos también por culpa de una palabra. Cuando el silencio
duele un drama ruge. (...)
Julio Cortazar
decía que conversar es llenar las almohadas del silencio. Ahora que lo pienso, y
ya que vienen en mi socorro esas almohadas, el silencio de veras viene cuando no
viene el sueño. La soledad es entonces estar despierto, hablando a solas. La
calle está llena de insomnes.
Juan Cruz (El País).