Cuando reparas en algo, dejas de arrojarte al todo.
Para venir a poseerlo todo, no quieras poseer algo en nada.
Para venir a serlo todo, no quieras ser algo en nada.
Para venir a saberlo todo, no quieras saber algo en nada.
Para venir a lo que no sabes, has de ir por donde no sabes.
Para venir a lo que no posees, has de ir por donde no posees.
Para venir a lo que no eres, has de ir por donde no eres.
(Juan de la Cruz. Subida Monte Carmelo... I,13,11)
Cada una de estas afirmaciones apela a lo existente ilimitado, pleno, aquí, en cada uno de nosotros. Apunta hacia la posibilidad de existencia plena cuando uno no se aferra a nada, ninguna posesión, ni posesión de sí mismo (otorgarse entidad, importancia); cuando se va más allá de la acumulación de conocimientos adentrándose en la comprensión silenciosa ...
Que cada una de esas afirmaciones, una a una, vaya ocupando nuestra atención, sin prisa, impregnándonos, dejando que cada una pueda decir su verdad, sin interferir con otras ideas o conceptos... Nada. Dejar que cada una abra pistas, abra vías, silencie todo lo demás.(...)
Práctica meditativa nº 22
Teresa Guardans
Extraido de la web "CeTR. Hacia una espiritualidad laica". Para ver completo Clicar aqui