"Es cierto, no obstante, que en ocasiones el verdadero místico parece no estar haciendo nada: su tarea consiste por tanto, en explicar bien a sus críticos que es aparente "no hacer nada", es de hecho una elevada forma de actividad. Lo que enseñas no es la suspensión de toda actividad, sino una nueva especie de la misma, silenciosa, potente y fecunda. Es una actividad de las fuerzas más profundas de la psique y al descubrirnos, con distintas variantes en toda Asia, desde la India hasta el Japón. No sólo se encuentra en el contexto religioso del yoga y el zen, sino también en las artes marciales como el judo, el karate y en las artes estéticas como la ceremonia del té y la disposición de las flores"
William Jhonston
"Enamorarse de Dios"