Sonido y silencio en la espiritualidad islámica


Introducción a las Nociones Espirituales de Sonido y Silencio
Relación Entre Sonido y Silencio


Por lo general, pensamos en el sonido y el silencio como dos conceptos opuestos. De hecho, ellos no son realmente opuestos el uno del otro. Tanto el sonido como el silencio representan dos formas de sonido: sonido como lo conocemos, representa el sonido audible. Es el sonido de lo Conocido. Por otro lado, el silencio representa el sonido inaudible. Es el sonido de lo Desconocido.



El silencio es el sonido de lo Desconocido.


Lo Desconocido es llamado “HU” en la Espiritualidad Islámica. “Hu” es tanto un sonido como un Nombre Santo de Dios. El sonido “Hu” es la vibración más básica en el universo. Es el sonido más pequeño, o la vibración más pequeña, que es producida siempre que un objeto se mueve en el universo. Ya que nada en la creación está en estado perfecto de descanso (los electrones están constantemente moviéndose alrededor del núcleo), es seguro decir que no hay ningún lugar en la creación donde este sonido “Hu” no sea producido.
Por lo tanto, el verdadero sentido del Silencio, que es la ausencia perfecta de sonido, no existe en el universo. En este mundo, cuando procuramos sumergirnos en el Silencio, no intentamos cerrar nuestra capacidad de oír sonidos. Al contrario, tratamos de aumentar nuestra capacidad de oír un sonido muy específico: el sonido vibrante del Universo, que es el sonido de nuestra Alma interior. Aquel sonido es la vibración eterna de “Huuuuuu”.



Importancia del Sonido


Un sonido representa un Mensaje. Cuando un sonido es emitido, algo de información es movida desde la persona que emite el sonido a la persona que lo oye. En la primera etapa del desarrollo espiritual, aquel Mensaje es la Llamada hacia el Islam, lo que significa sumisión al Señor. Aquella etapa inicial del desarrollo espiritual es muy crítica, porque es en aquella etapa que el niño en nosotros (el niño representa el alma humana pura) oye por primera vez el sonido de la llamada de sus padres hacia una vida recta y espiritual. Por esto es que siempre que un bebé nace, sus padres susurran en sus oídos unas fórmulas islámicas, como la llamada a la Oración. Estas fórmulas son sonidos que el bebé puede oír mucho antes de que pueda ver. Aquellos sonidos son recordatorios para el niño. En efecto, ellos recuerdan a aquel niño su verdadero Origen en la Presencia del Señor.


Sonidos Melodiosos


La melodía es una forma de sonido. La melodía está relacionada con la memoria. Esta es la razón por la que ciertas canciones nos recuerdan algunas experiencias pasadas. La melodía también está relacionada con la Memoria de nuestro verdadero pasado espiritual en el Paraíso, donde todos los seres humanos estaban con el primer hombre, Adam (la Paz sea sobre él) como átomos en su cuerpo. Las melodías que oímos en este mundo refrescan esta Memoria y nos hacen alegres y felices, porque en el Paraíso hay interminables melodías hermosas cantadas por Ángeles. Por lo tanto, los Sufis usan melodías para despertar aquella Memoria Divina.



Importancia del Silencio


Hay una voz dentro de todos nosotros que es oculta y sutil. Aquella voz sutil es la voz del Alma. La voz del Alma está enamorada del Silencio, y sólo se manifestará cuando su amado venga. Nuestro objetivo en la tierra es unirnos de nuevo con aquella Voz, que es la Voz de nuestra consciencia interior. A fin de atraer aquella voz, necesitamos rodearnos con lo que más le gusta.
La metáfora de los Ángeles que son atraídos por olores agradables describe suficientemente la relación entre el silencio y la voz del alma humana. Para atraer a los ángeles durante nuestros rezos, por lo general rociamos algún perfume agradable en el cuarto. Cuando los ángeles huelen este perfume, ellos se precipitan hacia él y permanecen alrededor de la persona que reza. Del mismo modo, a fin de atraer al ángel de la voz de nuestra alma interior, tenemos que rociar el perfume del Silencio alrededor de nosotros. Cuando la voz del alma huele el perfume de su amado, sale rápidamente del océano del corazón y comienza a hablarnos.
Por lo tanto, el silencio significa aislamiento del mundo externo y conversación con el mundo espiritual interior.
Artículo extraido de "Océano Celeste".
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